Por Gregorio Rodriguez
Quien cree sin verificar,
quien dirime sin investigar,
quien explica sin escuchar
y quien pretende sin estudiar.
Quien ataca sin empuñar,
quien ayuda sin empatizar,
quien opta sin conceptuar
y quien dibuja sin trazar.
Encabeza, pero le falta cabeza;
camina, mientras desencamina;
dice, y asimismo desdice;
y valora, aun escaso de valor.
Trotamundo sin viaje,
escritor sin lápiz,
negociador sin traje,
creyente sin mártir.
Giza sin esfinge,
capitalismo sin consumo,
garganta sin laringe,
bechamel sin grumo.
Moco de la nariz,
equis del alfabeto,
tiranÃa de la emperatriz,
enteridad del incompleto.
Ojos del bizcorneto,
medición de la bisectriz,
cordura del deschaveto,
altivez del aprendiz.
Son irritantes,
generalmente de mal ver;
engreÃdo exuberante,
su mente se ha de descomponer.
Enojan e impacientan,
son imposibles de defender;
todo eso yo lo comprendo,
pero tranquilos: ya van a aprender.